Al iniciar hoy este blog, además de una cordial bienvenida y deciros que, de vez en cuando, entréis a ver qué novedad o comentario he considerado interesante para compartir, me gustaría aclarar que su contenido será única y exclusivamente literario y cultural en un sentido amplio. Un intercambio de ideas, de informaciones y de sugerencias. Ese es su objetivo y ese es el entusiasmo que me propongo transmitir. La cultura nos abre horizontes y, en concreto, la literatura nos amplia la mirada y la vida. Bienvenid@s.
Hace escasas semanas, Reyes García Burdeus me regaló un ejemplar del libro La amiga de Marina Tsvietáieva , editorial Pre– Textos, colección La Cruz del Sur. Aquella misma noche lo leí por primera vez. Repetí la lectura los siguientes días y ahora ya me acompaña como uno de los imprescindibles de este año.
Está teniendo una amplia repercusión aquí y fuera de aquí (hoy mismo ha salido publicada una reseña – entrevista a su traductora, Reyes García Burdeus, en Argentina en el Club de traductores literarios de Buenos Aires). La presentación tuvo lugar en la Libreria Argot de Castellón el viernes 9 de febrero.
Marina Tsvietáieva nació en Moscú en 1892 y murió con 48 años en Yelábuga, República del Tartaristán en la antigua URSS. Vivió las revoluciones de 1905 y 1917, y también la guerra civil y la Segunda Guerra Mundial. En 1922 abandona Rusia y reside primero en Praga y más tarde en París. En 1939 regresa a la URSS y en 1941, durante la invasión nazi , es evacuada a Yelábuga donde, al poco tiempo, ignorada por todos, pone fin a su vida. Tsvietáieva junto Ana Ajmátova son las dos grandes de la poesía rusa del siglo XX. Ambas comparten con autores tan relevantes como Ósip Mandelshtam y Boris Paternak un excepcional período literario, la edad de plata de la literatura rusa.
En octubre de de 1914, en uno de los salones literarios moscovitas se conocen Marina Tsvietáieva y Sofia Parnok y de este encuentro – que la poeta describe en los poemas noveno y décimo del libro – y la relación amorosa que, a partir de ese momento, mantienen surge el ciclo de poemas de La amiga.
Sofia Parnok, siete años mayor que Marina, procedía de una acaudalada familia judía y mostraba talento para la música, las artes, el periodismo, la crítica y la dramaturgía. Desde el principio es una relación complicada. Tsvietáieva está casada con Serguéi Efron y su hija Ariadna tiene dos años. Gracias a Parnok descubre el amor físico, sensual, un amor que nada tenía que ver con los que había experimentado hasta entonces, ni el amor matrimonial con Serguéi ni los amores imaginarios y pasajeros que nunca llegaron a buen puerto y que ella misma describe como «idilios cerebrales».
Las poesías del ciclo se leen en una sucesión temporal , en cuanto que constituyen un diario poético dedicado a una experiencia amorosa particular. A lo largo de los poemas aparecen los celos y también el rencor que le causó esta relación que duró cerca de año y medio.
Por último, hay que destacar la impecable edición bilingüe y la magnífica traducción y el prólogo de Reyes García Burdeus. Pocas especialistas en nuestro país tienen el conocimiento de la obra de Marina Tsvietáieva como ella. Más de 30 años dedicados al estudio de su obra. Doctora en Interpretación y Traducción, ha sido profesora de Literaturas eslavas en la Universidad de Valencia, actualmente es profesora de ruso en la Escuela Oficial de Idiomas de Castellón. En el marco de su actividad investigadora , ha participado en congresos celebrados en el Instituto de Estudios Eslavos de la Sorbona o en las casas museo de Tsvietáieva en Bólshevo, Yelábuga y Moscú. En 2016 recibió en Rusia el Premio Marina Tsvietáieva de traducción.
Os animo a leer el libro, no saldréis indemnes de una poesía tan bella, rica en matices y profunda.